viernes, 1 de abril de 2011

LEGALIZACIÓN DE LAS DROGAS EN MÉXICO


Introducción
"La guerra contra las drogas es una guerra perdida," principalmente en el estado de Sinaloa una región que sufre gran parte de la violencia y lacorrupción asociadas al narcotráfico. A Sinaloa a menudo se le denomina "la cuna del narcotráfico mexicano,"

"El narcotráfico ha aumentado, controla más capital y mueve mayor volumen de drogas, el consumo se ha disparado, las consecuencias y la violencia engendradas por el narcotráfico se han incrementado año con año," La causa de todo este embrollo no es las drogas sino su ilegalidad, y la actualpolítica de prohibición tan solo agrava los problemas.
En otras palabras estamos a favor de la legalización de las drogas, y sugerimos al Congreso que formulen iniciativas de ley para comenzar el proceso con la despenalización de la marihuana.
Se requiere debatir la efectividad de la actual política de prohibición, aunque "es un debate que casi nunca se sostiene en México. La información no debería manipularse. La información oficial está distorsionada, aquí en México debe haber debate." Las otras opciones sobre la mesa, señala, deben incluir legalización o despenalización de la marihuana y otras drogas.
Existen varios líderes políticos que confrontar abiertamente la política de prohibición impuesta por EE UU. En 1998 la entonces Senadora María del Carmen Bolado del Real, del PAN (Partido Acción Nacional), propuso un proyecto o enmienda para legalizar y regular todas las drogas en México. Esto mismo ha sido propuesto, en diferentes momentos, por líderes de casi todos los partidos políticos: incluso Vicente Fox predijo en 2001 que la despenalización de las drogas sería inevitable como solución global. Pero los medios comerciales nunca acogen el debate y esto ha dificultado la sumade tracción a los partidarios de la reforma.
Pero de pronto la discusión sobre legalización de las drogas ha crecido: ya no es un murmullo sino un discurso activo en muchas partes de México. Un círculo creciente de jóvenes activistas, organizadores y periodistas, que trabajan fuera del sistema político tradicional y de los medios comerciales, se ha tornado en un naciente movimiento por la legalización. Lo apoya una generación de mexicanos: millones de estudiantes de preparatoria yuniversidad que crecimos ante las evidentes contradicciones de la prohibición y que no creemos en sus llamativos anuncios.
Partidos políticos en busca de electorado
Como en EE UU, en México la idea de legalizar las drogas se registra apenas cuando la sugieren miembros de la élite cultural y académica. En 1985 varias revistas publicaron el "Manifiesto Pacheco", una exigencia por la libertad individual de escoger si se fuma o no cannabis. En 1993 dos de los novelistas latinoamericanos más prominentes -el colombiano Gabriel García Márquez y el mexicano nacido en Panamá Carlos Fuentes- produjeron un manifiesto firmado por numerosos escritores que denuncia la guerra contra las drogas y su impacto en la región. Ese mismo año Gustavo de Greiff, quien como Procurador General de Colombia hiciera caer a Pablo Escobar, se pronunció públicamente contra la prohibición.
Ambos manifiestos hicieron algo de ruido en México, para pronto se olvido la esencia. Sin embargo a mediados de los noventas, cuando los traficantes mexicanos comenzaron a suplantar a los colombianos en el transporte de la cocaína, comenzó a surgir de nueva cuenta el término legalización. Varios académicos notables incluyendo el analista de narcotráfico Jorge Chabat se pronunciaron en favor de la legalización (o cuando menos de la despenalización de su uso). Generación es una popular revista cultural de la Ciudad de México, dedicó un número a la cultura y política de la marihuana en 1996. Su editor Carlos Martínez se sorprendió con las expresiones de concordancia de la Diputada María del Carmen Bolado del Real, del PAN, anteel trabajo de la revista: dos años más tarde, ya como senadora federal, introdujo el primer proyecto de ley sobre legalización.
Luego vinieron las elecciones del 2000 que derrocaron al PRI tras más de 70 años en el poder, y el tema se discutió en forma más abierta que nunca. La revista mexicana Nexos preguntó a todos los partidos su opinión sobre la legalización de las drogas. El candidato priísta Francisco Labastida como era de esperar dijo que no, que la ley y el orden debían imperar. El candidato panista Vicente Fox fue más lejos al declarar que los consumidores menores no eran castigados con la severidad suficiente, y que debía conseguirse que temieran más al Estado.

El tercer candidato fuerte, Cuauhtémoc Cárdenas, no contestó directamente la interrogante de la revista. Pero la presidenta de su partido señaló que la legalización del consumo de drogas es un tema de importancia global que no puede decidirse por un solo país.
Partidos pequeños como el Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM) y el Democracia Social (PDS) hicieron sin tapujos un llamado a la legalización a nivel internacional. Los presidenciables de esos dos partidos para el 2000 actualmente ocupan cargos altos en la administración Fox: el elocuente Porfirio Muñoz Ledo (candidato por el PARM) es hoy embajador mexicano ante la Unión Europea. Gilberto Rincón Gallardo del PDS encabeza laOficina de la Equidad para la No Discriminación. De hecho es difícil encontrar un rincón del gobierno mexicano donde no haya partidarios de la legalización excepto en los encargados de reforzar la prohibición, e incluso ahí hay quienes han manifestado dudas.
En el sureste mexicano el tercer mayor periódico de la nación, el diario ¡Por Esto!, publicó el título editorial "LEGALICEMOS" y lanzó una oleada de discusión pública en la península de Yucatán. Diversos e importantes periodistas, defensores de los derechos humanos, artistas y líderes políticos subieron al estrado.
En diciembre de 2000 Fox juró como presidente y nombró Canciller al controvertido autor y operador político Jorge Castañeda. Esto inquietó a algunos. Castañeda es un crítico de la guerra contra las drogas, y el 6 de septiembre de 1999 escribió para su columna en Newsweek:
¿Qué sentido tiene invertir cientos de millones de dólares en la lucha contra las drogas, hundiendo a los países en la guerra civil, fortaleciendo a la guerrilla y desatando la violencia y la corrupción en sociedades enteras, si los líderes de EE UU pueden desprenderse tan a la ligera de cualquier cuestionamiento sobre uso de drogas entre sus juventudes?
También Patricio Martínez, entonces Gobernador de Chihuahua por el PRI, tras sobrevivir a un atentado de homicidio tal vez ligado al narcotráfico en su estado colindante con EE UU, emitió su propio llamado por la legalización.
En la primavera del 2001 a estas voces se sumaba la de Fox. Buena parte de los miembros de su administración, incluyendo el Secretario de SeguridadPública Alejandro Gertz Manero y el líder de la policía Miguel Ángel de la Torre, ya se registraban como favorecedores, al menos desde su posición personal, de la legalización de las drogas como recurso para detener la violencia y la corrupción causadas por el narcotráfico. Cuando un periodista presionó a Fox para obtener su opinión sobre estos comentarios el presidente respondió con prontitud que México no podía retraerse de la guerra en forma unilateral, pero también que "algún día la humanidad la verá (a la legalización) como la mejor opción"

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